¿A dónde nos vamos?
Hay una estilista en Brooklyn que nos tiene fascinados desde hace tiempo. Esta semana comentamos el trabajo que desempeña en Nueva York.
¿Quién está detrás?
AL Malonga es parisina y se define a sí misma como una “afropea” entre afroamericanos. Antes de instalarse en Nueva York vivió en Francia y Camerún. Comenzó siendo personal shopper para sus amigos y terminó abriendo un blog como parte de su proyección profesional.
¿Por qué nos gusta?
Malonga no es una blogger convencional. Desde que le seguimos la pista, Wardrobe Breakdown ha evolucionado mucho, hasta convertirse en un simple portfolio de los trabajos para sus clientes. Poco a poco ha ido abandonado la dinámica agotadora de preparar looks, elegir lugares pintorescos para las fotos y redactar un post cada día. Eso pasó a la historia. El blog no era una finalidad en sí mismo. Ya cumplió con creces la misión asignada –convertir a su autora en una referencia profesional- y ahora lo mejor del proyecto vive en Instagram.
Aunque a veces no lo parezca, mantener activa una página personal da mucho trabajo. El entusiasmo del que se alimenta es un recurso escaso, que poco a poco se va agotando y, si no logra consolidarse a tiempo, termina por apagarse del todo. Hablamos de una estilista tan ocupada que apenas puede documentar su trabajo con instantáneas. Muchas bloggers se contentan con inventarse un personaje digital para interpretarlo y beneficiarse de todo cuanto les aporte después, pero Malonga se ha saltado ese paso para convertirse directamente en un icono vivo.
Ha aprovechado el tirón de su simpatía y su fotogenia encantadora –con sus características rastas infinitas- para construirse una imagen única. Ha logrado un estilo fácilmente identificable y, a la vez, original. Su buen gusto une toques étnicos y cosmopolitas, con elegancia y coherencia, a caballo entre América, Europa y África. Transmite una proximidad espontánea y un optimismo a prueba de desánimos, que te alegrará cada vez que veas una de sus actualizaciones en Instagram.